El palacio de los condestables, popularmente conocido como la casa del cordón, es uno de los lugares de Burgos de más notable pasado,
no en vano fue construido por uno de los personajes más importantes y poderosos de la España del siglo XV, Pedro de Velasco, condestable de Castilla. Desde entonces han sido muchos los importantes acontecimientos históricos que han tenido como escenario el Palacio de los Condestables, y aún más los ilustres personajes que en él se han alojado. Fue este palacio el lugar elegido por los Reyes Católicos para celebrar los esponsales de su hijo y heredero Don Juan con la princesa Margarita, y donde recibieron a Cristóbal Colón tras el regreso de su segundo viaje de América, fue también el lecho de muerte de Felipe el Hermoso y el lugar donde el 11 de junio de 1515 el Reino de Navarra quedó incorporado a la corona de Castilla. Pocos son los edificios españoles que pueden presumir de tener una lista de huéspedes como la de la Casa del Cordón, pues en ella figuran además de los que ya hemos nombrado, el emperador Carlos I, todos los reyes de nombre Felipe desde el II al V además de Carlos II. A los palacios como a los hombres, les gusta dejar constancia de sus logros y su prestigio, es por eso que este edificio ha dejado grabada en sus piedras rastros de su historia. Frente a él, quedé impresionada tanto por sus enormes dimensiones como por la plasticidad, equilibrio y belleza de su portada, de sus torres, de sus balcones, de sus cresterías. Pero al contemplarlo detenidamente, pude apreciar que en su imagen está escrita su historia, y que podía leerla. El gran cordón franciscano de piedra me dice la devoción que el Condestable y su esposa procesaban a San Francisco de Asís, envueltos por él las armas de las familias a quién pertenecía los Velasco y junto a ellas, a la misma altura las de los Mendoza Figueroa, sobre ellos un gran sol eucarístico y las armas reales que como condestables representaban. Aún podemos encontrar más detalles de la historia, las inscripciones que rodean los escudos “un buen morir honra toda la vida” “todo pasa menos amar a Dios” y bajo ellas la que nos recuerda los nombres de los promotores de la obra, de los que volvemos a encontrar sus escudos en las esquinas y centrando las cresterías de sus torres.
no en vano fue construido por uno de los personajes más importantes y poderosos de la España del siglo XV, Pedro de Velasco, condestable de Castilla. Desde entonces han sido muchos los importantes acontecimientos históricos que han tenido como escenario el Palacio de los Condestables, y aún más los ilustres personajes que en él se han alojado. Fue este palacio el lugar elegido por los Reyes Católicos para celebrar los esponsales de su hijo y heredero Don Juan con la princesa Margarita, y donde recibieron a Cristóbal Colón tras el regreso de su segundo viaje de América, fue también el lecho de muerte de Felipe el Hermoso y el lugar donde el 11 de junio de 1515 el Reino de Navarra quedó incorporado a la corona de Castilla. Pocos son los edificios españoles que pueden presumir de tener una lista de huéspedes como la de la Casa del Cordón, pues en ella figuran además de los que ya hemos nombrado, el emperador Carlos I, todos los reyes de nombre Felipe desde el II al V además de Carlos II. A los palacios como a los hombres, les gusta dejar constancia de sus logros y su prestigio, es por eso que este edificio ha dejado grabada en sus piedras rastros de su historia. Frente a él, quedé impresionada tanto por sus enormes dimensiones como por la plasticidad, equilibrio y belleza de su portada, de sus torres, de sus balcones, de sus cresterías. Pero al contemplarlo detenidamente, pude apreciar que en su imagen está escrita su historia, y que podía leerla. El gran cordón franciscano de piedra me dice la devoción que el Condestable y su esposa procesaban a San Francisco de Asís, envueltos por él las armas de las familias a quién pertenecía los Velasco y junto a ellas, a la misma altura las de los Mendoza Figueroa, sobre ellos un gran sol eucarístico y las armas reales que como condestables representaban. Aún podemos encontrar más detalles de la historia, las inscripciones que rodean los escudos “un buen morir honra toda la vida” “todo pasa menos amar a Dios” y bajo ellas la que nos recuerda los nombres de los promotores de la obra, de los que volvemos a encontrar sus escudos en las esquinas y centrando las cresterías de sus torres.
Menos os puedo hablar de su interior, pues en la actualidad aloja las oficinas centrales de una entidad bancaria y solo pude ver su espectacular patio central con su doble galería de arcos.
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Laborables
de 12:00 a 14:00 y de 19:00 a 21:00 horas.
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de 12:00 a 14:00 horas.
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09003 Burgos
Tfno: 947 20 31 25
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