sábado, 25 de junio de 2016

Colegiata de Ntra. Sra. de la Asunción (Osuna)




La Iglesia colegial de Nuestra Señora de la Asunción es la joya del rico patrimonio arquitectónico de la ciudad de Osuna.

Se comenzó a edificar, sobre el solar de la antigua iglesia del castillo, hacia 1530 al pasar la villa de manos de la orden de calatrava a las de Juan Tellez de Girón IV conde de Ureña. Ya iniciadas las obras en 1534 una bula del papa Paulo III permitio la implantación de una colegiata dotada de un cabildo compuesta por un capellán mayor y ocho capellanes de coro. 

La colegiata puede verse desde prácticamente cualquier punto de la ciudad de Osuna. Es un edificio lleno de contrastes en la que su exterior es de una sobriedad sorprendente, con apenas algunas licencias decorativas renacentistas en sus portadas, que encierra un interior que cuanto menos nos dejará asombrados. La iglesia colegial se nos muestra como un gran rectángulo en el que se superponen volúmenes, destacando su torre campanario, y sus robustos contrafuertes. 

El templo presenta una disposición clásica de salón de tres naves de la misma altura separadas por pilares cruciformes y cubiertas con bóvedas baídas. La cabecera está cubierta por una espléndida cúpula realizada en el primer cuarto del siglo XVIII, bellamente decorada con yeserías barrocas policromadas. 

A través de una majestuosa reja situada en la nave de la Epístola, se accede al panteón ducal que para mí es la verdadera joya que encierra esta colegiata. En el primer sótano, bajo el altar mayor se encuentra la capilla del panteón que se nos muestra como una catedral en miniatura, con tres naves, coro, púlpito e incluso sus capillas laterales todo ello con una rica decoración en yeserías azules y doradas. En el nivel inferior de esta capilla encontramos los enterramientos de la familia ducal, en una serie de nichos en los muros de varias salas repletas de inscripciones y símbolos de la muerte. Completa este conjunto funerario un pequeño y bello patio que responde al modelo de la arquitectura doméstica de la época con estupendos relieves de yeserías policromadas y unos frescos que se encuentran muy deteriorados aunque en sus mejores tiempos debieron ser realmente bellos, esperemos que pronto recuperen su esplendor. 

El contraste de salir de la oscuridad de la muerte del panteón a la luz, la belleza y la vida de este patio es sobrecogedor. 

Completamos la visita de esta colegiata con su museo en el que podemos admirar una colección de lienzos de José de Ribera “El Españoleto” realizados para el duque de Osuna cuando este ostentaba el cargo de Virey de Nápoles.


Información adicional:                                                               

                    * Enlaces de Interés:                                             

                                 Información y horarios

                    * Vídeos:                                                                 


                    * Cómo llegar:                                                         




                          * El tiempo:                                                              

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Has viajado a este lugar o piensas hacerlo en breve?
Cuéntanos tu experiencia.