Hoy no voy a viajar, me quedaré
en mi tierra, la comarca de los Pedroches al norte de la provincia Códoba. En
uno de sus pueblos con mayor arraigo histórico, Belalcazar, se levanta el castillo de los Sotomayor y Zúñiga, que luce una de las torres del homenaje más
bellas e imponentes de cuantas he visitado y según dicen, sus 47 metros de
altura, la hacen una de las más altas de
la península ibérica. La
historia de este castillo comienza en 1444, cuando el rey Juan II de castilla,
entrega estos dominios al Maestre de la Orden de Calatrava, Don Gutierre de
Sotomayor, quien inicia las obras de construcción de esta fortaleza. Obras que
concluye su hijo Alfonso de Sotomayor, primer conde de Belalcazar, o más concretamente su viuda, doña Elvira de Zúñiga. Tan imponente y bello
aspecto alcanzó esta fortaleza que enseguida fue bautizado con el nombre del
Bello Alcázar, “Bel-Alcazar”, con el que a partir de entonces se conocería
a Gahete, la villa que protegía y
dominaba. La historia de la creación del
condado, del castillo y del convento de Santa Clara de la
Columna de Belalcazar se recrea en la obra el Halcón y la Columna que
representan los vecinos en los patios de este magnífico convento. A comienzos
del siglo XIX las tropas francesas llegan a Belalcazar y en mayo de 1810
instalan bajo la protección de la fortaleza, que convierten en almacén, una guarnición de más de 1000 hombres, que estuvieron permanentemente acosados por
las partidas guerrilleras comandadas por un cura de la localidad, Clemente
Arribas, que dos años después consiguió, que las tropas galas abandonaran la
fortaleza. Tras la ocupación francesa comenzó el irremediable deterioro, abandono y expolio de esta magnífica fortaleza. La
impresionante figura del castillo de Sotomayor domina el paisaje con su regia
presencia, que se hace visible desde
cualquier punto de Belalcazar.
Construida en una excelente cantería de granito, muy abundante en la
zona, siguiendo las pautas del estilo
gótico militar del siglo XV, es un
referente de la arquitectura militar en la península Ibérica. La planta
del castillo es cuadrangular, cerrada por muros altos y fuertes protegidos por
ocho torres, cuatro macizas en las esquinas y cuatro más, huecas en los
flancos. En el interior, que actualmente no es accesible, se encuentra
articulado en torno a un gran patio de armas que antaño estuvo decorado con
arcos y sus estancias cubiertas con bellos artesonados, hoy perdidos. Pero la
estructura que destaca entre todo el conjunto es su impresionante torre del
homenaje, que lujosamente ornamentada domina, con su bella y recia figura todas
las tierras que un día pertenecieron al condado de Belalcazar. En la actualidad a pesar de su
protección, al estar declarado Bien de
Interés Cultural, y de ser propiedad de
la Junta de Andalucía, su interior está en ruinas, al igual que parte de
la muralla que lo rodea y su exterior aunque,
en aparente buen estado, necesita una intervención urgente para evitar
el que según algunos activistas es “inminente el riesgo de ruina y derrumbes
por abandono”. Una
lástima que las autoridades no se decidan a
poner en valor una construcción tan noble y formidable como el castillo
de Sotomayor que daría un nuevo impulso
al turismo de la comarca de Los Pedroches.
No dejes de ver este estupendo vídeo de Belalcazar
Información Adicional
Como llegar hasta el castillo de Sotomayor
El tiempo en Belalcazar
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