Armentia es una pequeña localidad muy próxima a Vitoria, que forma parte del llamado anillo verde de Vitoria-Gasteiz. Fue esta villa el lugar de nacimiento de San Prudencio, santo que tuvo gran influencia en época visigoda que llegó a ser obispo de Tarazona y hoy es el patrón de Álava. Quizás fuera esta la razón de que Armentia se convirtiera en sede de un efímero obispado que nació en el siglo IX y que en 1087 fue absorbido por el de Calahorra. En esta época ya existía una pequeña iglesia en el lugar donde se construyó durante el siglo XII la actual basílica de San Prudencio, aunque esta fue muy reformada seis siglos más tarde en el XVIII. Durante esta aparatosa reforma, el templo se rodeó de nuevos muros, se construyó un pórtico nuevo y se desmontaron las monumentales portadas románicas colocándolas en lugares distintos, razón por la cual gran parte de la escultura románica de este templo aparecen hoy descontextualizada y fuera de lugar, a pesar de ello sigue conservando gran parte de su encanto y belleza.
Dispone la Basílica de San Prudencio de una sola nave, terminada en una cabecera con un único ábside semicircular. Exteriormente este ábside, que se muestra tímidamente la belleza de sus formas y de sus maravillosos ventanales románicos, es lo único que nos hace reconocer las trazas del pasado medieval de esta construcción, todo lo demás, el pórtico de cinco arcos sobre columnas y los altos muros que envuelven el contorno del templo, son añadidos del siglo XVIII que desvirtúan su belleza románica. Los elementos escultóricos, aunque desubicados, si conservan todo su carisma románico, así en la fachada meridional, demasiado altos para observarlos con claridad a simple vista, encontramos una larga serie de canecillos de soberbia belleza. Bustos humanos, músicos, cabezas de león, cabras, dragones, sirenas y todo tipo de bestias reales o fantásticas parecen observarnos desde la altura, gracias a su calidad artística y a su excelente conservación. Lo mejor de la Basílica de San Prudencio se cobija bajo el pórtico, donde se colocaron los relieves que pertenecieron al menos a dos portadas del primitivo templo románico. En alguna ocasión os he dicho que si escuchamos con atención, es posible escuchar la voz de las piedras contándonos las historias gravadas en sus relieves, pues bajo este pórtico las piedras no susurran, casi las podemos oír gritar, tal es la belleza que encierran y la fuerza de sus relieves. El tímpano de la Ascensión de Cristo, el del crismón y el cordero, el caballero victorioso, la anunciación, la Anástasis o el entierro de Cristo, son muestras de la fuerza y de la importancia artística de la escultura de esta basílica, que merecen dediquemos un rato a su contemplación.
INFORMACIÓN DE UTILIDAD
Para conocer los horarios y la oferta de visitas a esta basílica lo mejor es ponerte en contacto con la oficina de turismos de Vitoria, que la puedes encontrar en:
Plaza de España, 1
Tfno 945 16 15 98 - 945 16 15 99
Email: turismo@vitoria-gasteiz.org
Esta basílica esta integrada en lo que se conoce como el anillo verde de Vitoria en el que encontrarás un motón de interesantes lugares, puedes descargarte el plano y la guía aquí:
Cómo llegar
El tiempo
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