Apenas 30 kilómetros separan Carmona de la capital sevillana, su imagen aparece sobre una suave loma que domina la extensa y fértil vega del Corbones.
Sus orígenes los tenemos que buscar en los oscuros tiempos del Neolítico, desde entonces y hasta la actualidad, siempre ha sido un núcleo de población importante para las distintas culturas que por aquí pasaron, siendo el periodo romano quizás el más brillante de toda la historia de Carmona, tanto que después de más de dos mil años sus huellas son fácilmente perceptibles, tanto en su trazado urbanístico, como en las puertas de Córdoba y Sevilla que aún son los principales accesos de su recinto amurallado. Durante la ocupación musulmana, no disminuyó su importancia llegando a ser capital de uno de los reinos Taifas, no rindiéndola a las tropas cristianas de Fernando III el Santo hasta 1247. Algo muy especial ha de tener esta ciudad para enamorar a un rey, que a pesar de ser apodado “el cruel”, no pudo más que rendirse a sus encantos para hacer construir en el Alcazár de la puerta de Marchena, una de sus residencias favoritas. Siglos después fueron dos de las casas nobiliarias más importantes de la época, los Ponce de León y los Guzmán, los que lucharon por conseguir a su amada Carmona, y lo hicieron de forma tan feroz que por poco acaban con ella. Afortunadamente quedó totalmente restablecida de aquel envite y hoy la bella Carmona luce coqueta y hermosa sus encantos, tan numerosos que apenas si me dará tiempo a enumerarlos en una sola tarde. Estamos sin lugar a dudas en una de las ciudades más monumentales de Andalucía, y en su patrimonio encontramos vestigios de todas las épocas históricas, que van desde importantísimos yacimientos arqueológicos, como la necrópolis romana, hasta sus numerosas iglesias barrocas, pasando por sus murallas, puertas, palacios, alcázares y juderías, que integran el casco histórico de Carmona dominado por la imagen imponente del Alcazar del Rey Don Pedro, hoy convertido en Parador, donde además de disfrutar del precioso patio árabe de su interior, podemos contemplar unas espectaculares vistas de la vega que a más de uno nos dejarán con la boca abierta. Toda esta belleza sólo es el principio de lo que nos depara nuestro recorrido por los barrios de Carmona, calles estrechas y empinadas que apenas han cambiado con el paso de los siglos que le dan un matiz inconfundible, plazas como la de San Fernando donde se alza el ayuntamiento y una preciosa casa mudéjar decorada con azulejos, la Cilla del Cabildo y la hermosa plaza de abastos donde vivir la maravillosa experiencia sensorial que es una cata de aceites, pues no debemos olvidar que estamos en Andalucía, y el aceite de oliva es uno de nuestros más apreciados manjares.
Sus orígenes los tenemos que buscar en los oscuros tiempos del Neolítico, desde entonces y hasta la actualidad, siempre ha sido un núcleo de población importante para las distintas culturas que por aquí pasaron, siendo el periodo romano quizás el más brillante de toda la historia de Carmona, tanto que después de más de dos mil años sus huellas son fácilmente perceptibles, tanto en su trazado urbanístico, como en las puertas de Córdoba y Sevilla que aún son los principales accesos de su recinto amurallado. Durante la ocupación musulmana, no disminuyó su importancia llegando a ser capital de uno de los reinos Taifas, no rindiéndola a las tropas cristianas de Fernando III el Santo hasta 1247. Algo muy especial ha de tener esta ciudad para enamorar a un rey, que a pesar de ser apodado “el cruel”, no pudo más que rendirse a sus encantos para hacer construir en el Alcazár de la puerta de Marchena, una de sus residencias favoritas. Siglos después fueron dos de las casas nobiliarias más importantes de la época, los Ponce de León y los Guzmán, los que lucharon por conseguir a su amada Carmona, y lo hicieron de forma tan feroz que por poco acaban con ella. Afortunadamente quedó totalmente restablecida de aquel envite y hoy la bella Carmona luce coqueta y hermosa sus encantos, tan numerosos que apenas si me dará tiempo a enumerarlos en una sola tarde. Estamos sin lugar a dudas en una de las ciudades más monumentales de Andalucía, y en su patrimonio encontramos vestigios de todas las épocas históricas, que van desde importantísimos yacimientos arqueológicos, como la necrópolis romana, hasta sus numerosas iglesias barrocas, pasando por sus murallas, puertas, palacios, alcázares y juderías, que integran el casco histórico de Carmona dominado por la imagen imponente del Alcazar del Rey Don Pedro, hoy convertido en Parador, donde además de disfrutar del precioso patio árabe de su interior, podemos contemplar unas espectaculares vistas de la vega que a más de uno nos dejarán con la boca abierta. Toda esta belleza sólo es el principio de lo que nos depara nuestro recorrido por los barrios de Carmona, calles estrechas y empinadas que apenas han cambiado con el paso de los siglos que le dan un matiz inconfundible, plazas como la de San Fernando donde se alza el ayuntamiento y una preciosa casa mudéjar decorada con azulejos, la Cilla del Cabildo y la hermosa plaza de abastos donde vivir la maravillosa experiencia sensorial que es una cata de aceites, pues no debemos olvidar que estamos en Andalucía, y el aceite de oliva es uno de nuestros más apreciados manjares.
Antes de despedirme, al menos tengo que mencionar alguno de los importantes edificios religiosos que debemos visitar obligatoriamente, si queremos conocer el patrimonio de Carmona, como son la Iglesia de San Felipe con su bello artesonado mudéjar, la iglesia de San Pedro y la Prioral de Santa María que aunque ambas son del siglo XV, San Pedro es barroca y Santa María gótica. También del siglo XV son el Convento de Santa Clara y la Iglesia de San Bartolomé. Como se hace tarde y no tendremos tiempo de admirar cada uno de estos edificios con el detenimiento que se merece, os prometo que volveré a Carmona para mostraros alguno de sus edificios más representativos. Hasta entonces ya sabéis que en esta Ciudad encontraréis un estupendo lugar para disfrutar de vuestros viajes.
Si te ha gustado este post, por favor compártelo
INFORMACIÓN DE UTILIDAD
Son muchos los rincones que Carmono ofrece al viajero curioso de entender y disfrutar de la historia, para no perderse ninguno lo mejor es acudir a su oficina de información turística que encontrarás en:
C/ Alcázar de la Puerta de Sevilla S/N
41410 Carmona (Sevilla)
Tfno 954 19 09 55
Email: turismo@carmona.org
Os dejo algunos enlaces para que preparéis vuestra visita a esta insigne ciudad sevillana
Cómo llegar
El tiempo
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¿Has viajado a este lugar o piensas hacerlo en breve?
Cuéntanos tu experiencia.