Es el Castillo de Guadamur una joya de la arquitectura militar del siglo XV y un magnífico ejemplo de los castillos residenciales de este siglo.
Situado en lo más alto del cerro de la Natividad, muy cerca de la sencilla y bella ermita que acoge a la patrona, exhibe con orgullo su fotogénica figura, de claras influencias italianas. En este mismo lugar existió con anterioridad una fortaleza árabe, sobre ella el conde de Fuensalida, Don Pedro López de Ayala, mandó construir una fortaleza que, además de ofrecer protección ante los numerosos asedios, saqueos e incendios que sufrió, también ofrecía las comodidades de una residencia palaciega, para el descanso y el disfrute de las largas jornadas de caza de la poderosa familia Ayala. Entre los ilustres visitantes que moraron en las dependencias de este castillo, estuvieron los personajes más importantes de la época como, la Reina Juana, Felipe I, Carlos V y hasta el Cardenal Cisneros. Esta poderosa familia, los Ayala, disfrutó de este castillo y de todo el condado desde 1470, fecha en la que Enrique IV de Castilla se lo otorgó hasta entrado el siglo XVII que pasó a la casa Velasco. Desde entonces y hasta nuestros días ha formado parte del patrimonio de varias de las familias más nobles de España, y en la actualidad sigue siendo de propiedad privada.
Situado en lo más alto del cerro de la Natividad, muy cerca de la sencilla y bella ermita que acoge a la patrona, exhibe con orgullo su fotogénica figura, de claras influencias italianas. En este mismo lugar existió con anterioridad una fortaleza árabe, sobre ella el conde de Fuensalida, Don Pedro López de Ayala, mandó construir una fortaleza que, además de ofrecer protección ante los numerosos asedios, saqueos e incendios que sufrió, también ofrecía las comodidades de una residencia palaciega, para el descanso y el disfrute de las largas jornadas de caza de la poderosa familia Ayala. Entre los ilustres visitantes que moraron en las dependencias de este castillo, estuvieron los personajes más importantes de la época como, la Reina Juana, Felipe I, Carlos V y hasta el Cardenal Cisneros. Esta poderosa familia, los Ayala, disfrutó de este castillo y de todo el condado desde 1470, fecha en la que Enrique IV de Castilla se lo otorgó hasta entrado el siglo XVII que pasó a la casa Velasco. Desde entonces y hasta nuestros días ha formado parte del patrimonio de varias de las familias más nobles de España, y en la actualidad sigue siendo de propiedad privada.
En la figura exterior del Castillo de Guadamur, podemos distinguir claramente dos recintos amurallados, precedidos de un profundo foso que salvamos por un puente levadizo, que da acceso a la puerta de la fortaleza defendida por dos impresionantes torres circulares y un matacán perfectamente conservado. Entre todas las defensas de este castillo, rematadas por pequeñas torres cilíndricas y almenas triangulares, destaca la robustez y el tamaño de su torre del homenaje, que impresiona con sus treinta y un metros de altura defendidos por sus seis garitas circulares adelantadas sobre sus muros.
El interior del castillo está actualmente en rehabilitación, aunque si es posible recorrer el camino de ronda, y asomarnos a través de sus aspilleras. Desde ellas es fácil trasladarnos a épocas pasadas en las que sus nobles propietarios se mostraban altivos, a lomos de sus monturas ataviados de sus brillantes armaduras de caballeros y alzando sus lanzas gritaban ¡Ah del castillo!
INFORMACIÓN DE UTILIDAD
El castillo de Guadamur se puede visitar en los siguientes horarios:
Lunes, martes y miércoles de 9 a 14 h.
Aunque no es imprescindible pero sí que es aconsejable concertar previamente la visita, puedes hacerlo en:
Tfno: 925291560
Email: turismo@guadamur.es
Cómo llegar
El tiempo
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