Los Viajes de Bevi, la Bellota Viajera: Covarrubias, Burgos

Entre los muchos encantos de esta villa descubriremos sus casas de adobe con tracerías de madera, su colegiata que atesora belleza e historia, y un imponente torreón que muestra orgulloso su vigor y poderío.

Covarrubias, a pesar de que en la actualidad no llega a mil habitantes, tuvo un pasado notable ligado a la familia del conde Fernán González. Juntos desempeñaron un importante papel en la historia de la corona de Castilla. Estas tierras estuvieron pobladas por el hombre muchos siglos antes, en ellas han aparecido restos de la edad del bronce, de tribus celtibéricas y de su pasado romano. De la época visigoda se dice que dataría la primitiva iglesia de San Cosme y San Damián que mandara levantar Chindasvinto en el siglo VII y dotaría a la villa de una muralla destruida años más tarde. Tras el paso de los Visigodos y posteriormente de los árabes hace su aparición la figura de Fernán González, unificador de las tierras de Castilla, que gustaba de pasar temporadas en el palacio que su madre tenía en Covarrubias. Fue su hijo García Fernández quien en el 978 funda el infantado de Covarrubias, con lo que la villa pasa a ser la capital de un extenso territorio, donándolo al monasterio de San Cosme Y San Damián que se convierte así en uno de los centros monásticos más importantes del condado, y del que se dice fue “la cuna de Castilla”. Este importante señorío monástico lo recibe la infanta Doña Urraca, convirtiéndose en un importante personaje de la historia de Castilla. Durante los siglos XV y XVI Covarrubias alcanza su plenitud económica y social, es en esta época en la que se reedifica la iglesia de Santo Tomas, se levanta la colegiata, se restaura el palacio de Fernán González y unos años más tarde se comienza la construcción del archivo del Adelantamiento de Castilla por orden de Felipe II. Los malos tiempos para esta villa comenzaron a finales del siglo XVI, cuando la terrible epidemia de peste acabó con gran parte de la población, dando origen a varios siglos de decadencia, hasta que ya en el siglo XX un gran incendio casi destruye por completo la Colegiata. Hoy Covarrubias, junto con las vecinas Lerma y Santo Domingo forman parte del llamado Triángulo del Arlanza, de gran importancia turística.

Muchas anécdotas se pueden contar, en torno a la importancia histórica de Covarrubias en la fundación de Castilla, pero para conocerlas nada mejor que pasear por sus calles e ir descubriendo las leyendas, el arte, la historia y los personajes que se esconden en cada uno de los rincones de esta milenaria villa. Así admiraremos las típicas casas con entramados de madera, algunas de ellas de época medieval, el imponente torreón de Fernán González que con mil años de historia aún impone respeto con su robusta fortaleza, el ayuntamiento del que se dice fue el palacio de Fernán González, la espectacular fachada del archivo del Adelantamiento de Castilla y entre todos destaca la colegiata de los Santos Cosme y Damián. Esta impresionante ex-colegiata construida en el siglo XV en estilo gótico, dispone de tres naves en cuyo interior descansan los restos de Fernán González y de su esposa Doña Blanca. Alberga este templo en su sacristía un importante museo, donde podremos admirar capiteles románicos, tablas de Berruguete y un extraordinario tríptico de la Adoración de los Reyes del siglo XV.

He reservado para el final de nuestra visita el claustro de esta colegiata donde encontramos el sepulcro de la princesa Kristina de Noruega, esposa del infante don Felipe, hermano de Alfonso X, del siglo XIII. Vivió una triste historia esta bella princesa que viajó desde el hielo de los fiordos noruegos y murió de melancolía en Sevilla, en 1262.