Pocos podrían adivinar que a tan sólo unos pocos Kilómetros de Orense, en medio de un impenetrable bosque, podríamos encontrar excavada en la dura piedra granítica, una ermita rupestre con casi 1500 años de antigüedad,
pero como dicen por aquí “haberla hayla”, es la ermita de San Pedro de Rocas, cuya antigüedad ha quedado acreditada por una lápida en la que aparece inscrita la fecha del año 573 además del nombre de siete varones eremitas que pasaron su vida entre estas rocas. Posteriormente, quizás a causa de los ataques musulmanes, fue abandonado y olvidado por el mundo, hasta que según cuenta una vieja leyenda, durante una partida de caza celebrada en tiempos de Alfonso III, un caballero llamado Gemodus descubrió casi por casualidad las ruinas del monasterio abandonado y las capillas excavadas en la piedra, quedando él y todos los que le acompañaban maravillados de la paz y la espiritualidad que aquí se respiraba, así que sin pensarlo dos veces decidieron quedarse allí para siempre y dedicar su vida a la oración, fundaron entonces este monasterio y eligieron como abad del recién fundado monasterio, a aquel que lo había encontrado, al caballero Gemodus. Aunque este suceso es sólo una leyenda, quede intrigada cuando pude comprobar que existen documentos en los que se menciona a este caballero de nombre Gemodus, y aún más cuando frente a las ruinas del monasterio, comprobé que es tal la atracción que ejerce este lugar, que hay que hacer acopio de voluntad para marcharse de él. Pero sigamos con la historia del Monasterio de San Pedro de Rocas, que nunca fue ni muy rico, ni su comunidad fue demasiado numerosa, pasando épocas en las que dependió de San Esteban de Ribas del Sil, otras en las que fue independiente, hasta que en el siglo XV el Priorato de San Pedro de Rocas queda unido al Monasterio de Celanova definitivamente. Con la desamortización de Mendizábal, pasó a ser iglesia parroquial, aunque algún que otro incendio y varios derrumbes casi lo hacen desaparecer, afortunadamente no fue así y en la actualidad está abierto para su visita. Terminado nuestro paseo por la larga historia del Monasterio de San Pedro de Rocas, no en vano está considerado como uno de los más antiguos de Europa, sólo nos queda disfrutar de todo su encanto; pues contemplarlo es sentir la atracción que ejerce este mágico lugar, donde una enorme formación rocosa de casi 20 metros de altura en la que se asienta su original espadaña nos da la bienvenida, invitándonos a su interior donde varias tumbas antropomorfas, iluminadas sólo por la tenue luz que entra a través de su linterna, se encargan de aumentar aún más el aura de misterio que todo lo envuelve en el Monasterio de San Pedro de Rocas. Es en la Roca donde se encuentran excavadas las tres capillas eremíticas que dieron origen a este monasterio, las laterales cubiertas en forma de bóveda de cañón, mientras que en la central aparece una falsa cúpula con una linterna que la ilumina. No os negaré que en el interior sentí un cierto repelús, que si no fuera porque las bellotas no tenemos pelo diría que lo llevaba todo erizado, así que lo mejor es salir y dar un paseo por este hermoso bosque que rodea al Monasterio de San Pedro de Rocas.
pero como dicen por aquí “haberla hayla”, es la ermita de San Pedro de Rocas, cuya antigüedad ha quedado acreditada por una lápida en la que aparece inscrita la fecha del año 573 además del nombre de siete varones eremitas que pasaron su vida entre estas rocas. Posteriormente, quizás a causa de los ataques musulmanes, fue abandonado y olvidado por el mundo, hasta que según cuenta una vieja leyenda, durante una partida de caza celebrada en tiempos de Alfonso III, un caballero llamado Gemodus descubrió casi por casualidad las ruinas del monasterio abandonado y las capillas excavadas en la piedra, quedando él y todos los que le acompañaban maravillados de la paz y la espiritualidad que aquí se respiraba, así que sin pensarlo dos veces decidieron quedarse allí para siempre y dedicar su vida a la oración, fundaron entonces este monasterio y eligieron como abad del recién fundado monasterio, a aquel que lo había encontrado, al caballero Gemodus. Aunque este suceso es sólo una leyenda, quede intrigada cuando pude comprobar que existen documentos en los que se menciona a este caballero de nombre Gemodus, y aún más cuando frente a las ruinas del monasterio, comprobé que es tal la atracción que ejerce este lugar, que hay que hacer acopio de voluntad para marcharse de él. Pero sigamos con la historia del Monasterio de San Pedro de Rocas, que nunca fue ni muy rico, ni su comunidad fue demasiado numerosa, pasando épocas en las que dependió de San Esteban de Ribas del Sil, otras en las que fue independiente, hasta que en el siglo XV el Priorato de San Pedro de Rocas queda unido al Monasterio de Celanova definitivamente. Con la desamortización de Mendizábal, pasó a ser iglesia parroquial, aunque algún que otro incendio y varios derrumbes casi lo hacen desaparecer, afortunadamente no fue así y en la actualidad está abierto para su visita. Terminado nuestro paseo por la larga historia del Monasterio de San Pedro de Rocas, no en vano está considerado como uno de los más antiguos de Europa, sólo nos queda disfrutar de todo su encanto; pues contemplarlo es sentir la atracción que ejerce este mágico lugar, donde una enorme formación rocosa de casi 20 metros de altura en la que se asienta su original espadaña nos da la bienvenida, invitándonos a su interior donde varias tumbas antropomorfas, iluminadas sólo por la tenue luz que entra a través de su linterna, se encargan de aumentar aún más el aura de misterio que todo lo envuelve en el Monasterio de San Pedro de Rocas. Es en la Roca donde se encuentran excavadas las tres capillas eremíticas que dieron origen a este monasterio, las laterales cubiertas en forma de bóveda de cañón, mientras que en la central aparece una falsa cúpula con una linterna que la ilumina. No os negaré que en el interior sentí un cierto repelús, que si no fuera porque las bellotas no tenemos pelo diría que lo llevaba todo erizado, así que lo mejor es salir y dar un paseo por este hermoso bosque que rodea al Monasterio de San Pedro de Rocas.
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HORARIOS DE VISITAS
De Marzo a Noviembre
Mañanas: de 10:30 a 13:45 h
Tardes: de 16:30 a 19:45 h.
De Diciembre a Febrero
Mañanas: de 10:30 a 13:45 h.
Tardes: Cerrado
Entrada Gratuita
Teléfono de contacto 661 50 81 43
Oficina de Información turística
C/ Estrada de Luintra km. 250
32720 San Pedro de las Rocas, Esgos (Orense)
Tfno: 661 50 82 43
Email: esgos@concelloesgos.com
Cómo llegar
El tiempo
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