Cambados además de una larga e interesante historia, goza de un magnífico patrimonio monumental. Destacaré dos construcciones de entre todas las que lo conforman, las evocadoras ruinas de la Iglesia de Santa Mariña do Gozo, y el Pazo de Fefiñanes.
Este palacio está integrado dentro del armonioso conjunto de la plaza más emblemática de Cambados, junto con la iglesia de San Benito y el único arco de los cuatro que tenía originalmente. Las obras de este fastuoso palacio, comenzaron durante el último cuarto del siglo XVI, promovidas por un importante personaje de la época, Don Juan Sarmiento de Valladares consejero del rey Felipe II, siendo los arquitectos de su corte los encargados de realizar su diseño. De ahí que en su estructura renacentista se aprecie una clara influencia italiana, dado que en la corte de Felipe II trabajaron grandes maestros italianos. Durante el siglo siguiente, los descendientes de D. Juan fueron ampliando la construcción original, dándole al conjunto la imagen con la que hoy lo conocemos. Diversos enlaces matrimoniales propiciaron el paso de su propiedad de los Vizcondes de Fefiñanes a los marqueses de Figueroa, a cuyos descendientes aún pertenece.
Este palacio está integrado dentro del armonioso conjunto de la plaza más emblemática de Cambados, junto con la iglesia de San Benito y el único arco de los cuatro que tenía originalmente. Las obras de este fastuoso palacio, comenzaron durante el último cuarto del siglo XVI, promovidas por un importante personaje de la época, Don Juan Sarmiento de Valladares consejero del rey Felipe II, siendo los arquitectos de su corte los encargados de realizar su diseño. De ahí que en su estructura renacentista se aprecie una clara influencia italiana, dado que en la corte de Felipe II trabajaron grandes maestros italianos. Durante el siglo siguiente, los descendientes de D. Juan fueron ampliando la construcción original, dándole al conjunto la imagen con la que hoy lo conocemos. Diversos enlaces matrimoniales propiciaron el paso de su propiedad de los Vizcondes de Fefiñanes a los marqueses de Figueroa, a cuyos descendientes aún pertenece.
El palacio de Fefiñanes consta de dos alas articuladas en forma de L, en cuya esquina se alza la torre del homenaje, que es la imagen más característica y sobresaliente de todo el conjunto, junto con los originales balcones circulares y la decoración renacentista sobre sus ventanas. Entre la decoración de su fachada norte me llamó poderosamente la atención la imagen de una sirena sosteniendo un escudo, que según cuenta la leyenda fue la sirena que salvo a Fernando Valladares, II Vizconde de Fefiñanes, cuando en uno de sus viajes naufragó en medio de una tempestad.
Detrás del palacio se encuentran unos bellos jardines, donde aún podemos ver restos de un antiguo laberinto del siglo XVIII, unas bellas fuentes barrocas y una huerta con vides. Que hacen cierto el lema de las Bodegas del Palacio de Fefiñans: “El vino, como las personas, cuanto más cerca esté de su origen, más cerca estará de su verdad”. Estas bodegas situadas en el palacio elaboran un excelente Albariño, que no podéis perderos la ocasión de degustar.
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Temporada de invierno: 12h de lunes a sábado.
Temporada de verano: 12h y 13h, 18h y 19h de lunes a sábado, 12h y 13h domingo.
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36630 Cambados (Pontevedra)
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