Aunque el cerro sobre el que se asienta ha estado poblado desde la edad del bronce, los primeros elementos defensivos son de origen íbero. Los cartagineses fueron quienes levantaron en el cerro de Santa Catalina una primera fortaleza, que fue reforzada con la llegada de las tropas romanas
, reconstruida y ampliada en época musulmana, el “Alcazar Viejo” del que aún quedan algunos restos, hasta que fue tomada por Fernando III el Santo para los cristianos, que construyeron el castillo que ha llegado hasta nuestros días. Durante el siglo XV la historia del castillo aparece muy ligada a la de Don Miguel Lucas de Iranzo, Condestable de Castilla y Alcaide de Jaén quien levantó su torre del homenaje. Fue Don Miguel un importante personaje en la historia de su tiempo, cuyas ambiciones políticas le llevaron a enemistarse con personajes tan poderosos como Juan Pacheco, Marques de Villena, Pedro Girón y Alonso Vázquez de Acuña, que a la postre consiguieron acabar con su vida, asesinándolo en la Capilla Mayor de la Catedral mientras oraba de rodillas. Este castillo, ávido de más aventuras bélicas, también participó en la invasión francesa, tomando partido a favor de los invasores. Es en su interior donde se instalan las tropas del emperador Napoleón, y para albergarlas se realizan varias reformas, en el antiguo aljibe árabe se instala el polvorín, se levanta un hospital, se hacen habitaciones para el Gobernador y sus oficiales, se habilitan troneras para instalar la artillería y encierran en sus mazmorras a todos los guerrilleros que se resistían a su poder. Tras la batalla de Bailén, en la que los franceses sufrieron una tremenda derrota, dinamitan el interior de la fortaleza y la abandonan. Comienza en ese momento un difícil periodo para el castillo de Santa Catalina que sufre en sus piedras el abandono y la ruina de los vencidos. En 1948 es adquirido por el Ayuntamiento, y en 1965 se construye adosado a él un Parador de Turismo.
, reconstruida y ampliada en época musulmana, el “Alcazar Viejo” del que aún quedan algunos restos, hasta que fue tomada por Fernando III el Santo para los cristianos, que construyeron el castillo que ha llegado hasta nuestros días. Durante el siglo XV la historia del castillo aparece muy ligada a la de Don Miguel Lucas de Iranzo, Condestable de Castilla y Alcaide de Jaén quien levantó su torre del homenaje. Fue Don Miguel un importante personaje en la historia de su tiempo, cuyas ambiciones políticas le llevaron a enemistarse con personajes tan poderosos como Juan Pacheco, Marques de Villena, Pedro Girón y Alonso Vázquez de Acuña, que a la postre consiguieron acabar con su vida, asesinándolo en la Capilla Mayor de la Catedral mientras oraba de rodillas. Este castillo, ávido de más aventuras bélicas, también participó en la invasión francesa, tomando partido a favor de los invasores. Es en su interior donde se instalan las tropas del emperador Napoleón, y para albergarlas se realizan varias reformas, en el antiguo aljibe árabe se instala el polvorín, se levanta un hospital, se hacen habitaciones para el Gobernador y sus oficiales, se habilitan troneras para instalar la artillería y encierran en sus mazmorras a todos los guerrilleros que se resistían a su poder. Tras la batalla de Bailén, en la que los franceses sufrieron una tremenda derrota, dinamitan el interior de la fortaleza y la abandonan. Comienza en ese momento un difícil periodo para el castillo de Santa Catalina que sufre en sus piedras el abandono y la ruina de los vencidos. En 1948 es adquirido por el Ayuntamiento, y en 1965 se construye adosado a él un Parador de Turismo.
En la actualidad el castillo de Santa Catalina constituye un elemento clave en la identidad de Jaén, desde su privilegiada posición en la altura del cerro, defiende y domina la ciudad que se extiende a sus pies. El recinto amurallado del castillo, de planta triangular, aparece defendido por seis recias torres, la más alta la del Homenaje, junto con las otras cinco que reciben los nombres de las Damas, de Vela, de las Troneras y las dos albarranas. En el interior de la fortaleza se sitúa un centro de interpretación que a través de las exposiciones interactivas de sus distintas salas nos propone un viaje al pasado histórico del castillo, desde su pasado íbero hasta nuestros días.
Terminamos la visita a esta impresionante fortaleza dando un pequeño paseo hasta la llamada cruz blanca que marca el punto más alto de la ciudad, y desde la que tenemos unas fantásticas vistas de Jaén, contemplando su catedral de la Ascensión desde una perspectiva que pocas nos pueden ofrecer.
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INFORMACIÓN DE INTERÉS
Horarios
Invierno-primavera (hasta el 30 de junio)
-Lunes a Sábado: 10:00 a 18.00 h.
*Último pase de acceso al público 17,30 h.
-Domingo: 10:00 a 15:00 h. (vísperas de festivos y puentes 10:00 a 18.00)
*Último pase de acceso al público 14,30 h. y vísperas de festivo 17,30 h.
Víspera de festivos abierto en horario de lunes a sábado.
ENTRADA GRATUITA Miércoles 15:00 a 18:00 h.
Verano(Julio, Agosto y Septiembre)
Lunes a Sábado: 10.00-14.00 y 17.00-21.00
Domingo10.00-15.00
Último pase de acceso al público media hora antes del cierre.
Víspera de festivos abierto e horario de lunes a sábado.
Entrada gratuita: Miércoles de 17.00-21.00.
Precios
-Adultos 3'50 €.
-Grupos de más de 10 personas descuento de 1 €.
-Estudiantes, jubilados y niños 1'50 €
Oficina de información Turística
C/ Maestra, 8
23002 Jaén
Tfno: 953 19 04 55 - 953 31 32 81
Email: oficinaturismo@aytojaen.es
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