La basílica de San Martin, o como se dice en gallego, San Martiño toma el apelativo de “Mondoñedo”, del nombre del municipio lucense donde se encuentra. Muy atrás en el tiempo me tendré que remontar para contaros el origen de la historia de esta basílica, nada menos que al siglo VI, cuando un grupo de cristianos procedentes de Britania, se establecen en Galicia, fundando un obispado entre Meira y Mondoñedo que se cree pudo estar en la Parroquia de Santa María de Bretoña en el municipio de Pastoriza. A mediados del siglo IX, los ataques vikingos consiguen destruir Bretoña y su obispado es trasladado a lo que sería San Martín de Mondoñedo. Pero la sorpresa la encontramos, al descubrir que no fue este el único obispado que tuvo su sede en San Martín, también fue sede del obispado de Dumio cuando, tras la ocupación musulmana, tuvo que abandonar su sede refugiándose en un lugar llamado Mendunieto, que el tiempo se encargaría de convertirlo en Mondoñedo. Fue pues Mondoñedo durante el siglo IX sede de dos importantes obispados del reino de Galicia, cuyo primer obispo fue Sabarico, al que le sucedieron otros catorce obispos más. A comienzos del siglo XII, la reina Doña Urraca traslada la sede del obispado hasta Vilamaior do Val, estableciéndose en San Martin una congregación de canónicos regulares de San Agustín que permanecieron aquí hasta el siglo XVI.
El edificio que ha llegado hasta nosotros de San Martín de Mondoñedo se construyó en su mayor parte entre los siglos X, XI y XII, aunque los impresionantes contrafuertes tan característicos de este templo fueron añadidos durante el siglo XVIII. De planta basilical, las tres naves de que consta este templo quedan rematadas en una cabecera de tres ábsides semicirculares, en los que podemos apreciar una decoración a base de arquillos ciegos de influencia lombarda rematados por una banda ajedrezada. Si os detenéis un momento en observar el complicado y armónico juego de volúmenes que ofrece la imagen exterior de San Martín, descubriréis un elemento que destaca entre los demás por su originalidad, su cimborrio, que en lugar de adoptar la planta circular u octogonal habitual del románico, nos sorprende con su forma rectangular de esquinas redondeadas. Acceder al interior de la basílica, es atravesar la puerta que nos conduce directamente al medievo, para deleitarnos contemplando los grandes arcos de medio punto que separan sus naves, la sencillez de los bajo relieves cargados de simbolismo que decoran sus capiteles, y sobre todo con la extraordinaria belleza de las pinturas al fresco que decoran su cúpula y sus bóvedas, cuyo origen se remonta al siglo XII y que han sido catalogadas como los frescos románicos más antiguos de toda Galicia.
Información de utilidad
La Basílica de San Martiño cuenta con personal que amablemente realiza un recorrido explicativo para aquellas personas o grupos que deseen conocer más detenidamente los secretos de este monumento, puedes ponerte en contacto con ellos en el teléfono 982 132607 o dirigiéndote a la oficina de turismo de Foz en:
Avda. de Ribeira S/N
Tfno: 982 132 426
Email: turismo@concellodefoz.es
El horario de visita de la Basílica de San Martiño es:
Invierno
De Miercóles a Viernes: de 11h a 14 h
Sábado y Domingo: de 11h a 14 h y de 16:30 h a 19 h.
Verano
De Martes a Sábado: de 11 h a 14 h y de 16 h a 19 h.
domingo de 11 h a 15 h
Esta guía visual de la Basílica de San Martiño os puede resultar de ayuda en vuestra visita:
Cómo llegar
El tiempo
MUY BONITA
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