domingo, 11 de diciembre de 2016

Calatañazor, Soria

En esta pequeña villa, que aún conserva todo el encanto y la magia del medievo, historia y leyenda convergen en torno a un personaje,
Muhammad ibn Abu Amir más conocido como Almanzor y la batalla que en estas tierras protagonizó. Cuenta la leyenda que Almanzor, después de asolar Galicia y profanar Santiago de Compostela a finales del siglo X, orgulloso de sus victorias se dirigía hacia Castilla, cuando las tropas cristianas salieron a su paso. Quiso el destino que fuera en Calatañazor donde tuvo lugar la feroz batalla, en la que cristianos y musulmanes combatieron ferozmente. Al caer la noche, Almanzor pudo comprobar que miles de sus hombres habían caído, abandonando la lucha derrotado. Fue su última batalla, pues desde ese día no volvió a comer ni dormir y murió al poco tiempo en Medinaceli. Pero lo más curioso es, que en el mismo día de la batalla apareció por las calles de la lejana Córdoba un hombre, que aunque con aspecto de pescador se dice que era el mismo diablo, gritando “En Calatañazor perdió Almanzor el tambor”, dando origen al dicho popular por el que se ha hecho archiconocida esta villa. Haciendo honor al rigor histórico la batalla de Calatañazor, en caso de que existiera, no pasó de ser una pequeña escaramuza sin importancia, y la muerte del legendario Almanzor no la provocó la pena por la derrota sino el agravamiento de la artritis gotosa que padecía. 
Con el paso de los años, la leyenda ha ido creciendo y creciendo, hasta el punto de que muchos dan por verdadera la gran batalla que tuvo lugar en Calatañazor, donde se enfrentaron los miles de hombres que componía las huestes cristianas y musulmanas. Batalla que ha dado fama a esta villa, atrayendo turistas que encuentran un rincón realmente pintoresco donde disfrutar de un paseo por la época medieval. 
Las calles de Calatañazor, conservan su arquitectura popular, sencilla y hermosa, de entramados de madera y muros de piedra, que daban cobijo a las familias en las frías tardes de invierno en torno a sus chimeneas, cuyo forma cónica es una de las peculiaridades arquitectónicas de la villa. Pero en nuestro paseo por la villa, descubriremos también sus murallas, que en tiempos la rodeaban y protegían completamente, y en lo más alto su castillo, o más bien lo que queda de él, pues aunque aún podemos distinguir la prestancia de su orgullosa torre del homenaje, es evidente que ha vivido tiempos mejores. En mejor estado se conserva su parroquia, la iglesia de Nuestra señora del Castillo en la que podemos ver la mezcla de estilos que han creado su origen románico junto con las reformas y ampliaciones que ha sufrido a lo largo de su historia. Extramuros de la villa encontramos la pequeña ermita de la Soledad, que aunque ha sido en gran parte reconstruida, muestra casi intacto su bello ábside románico así como la sencilla portada que se abre a su lado norte. No fueron estas las únicas construcciones religiosas que hubo en Calatañazor, dispuso de otra iglesia románica, la de San Juan de la que apenas han sobrevivido unos pocos restos como testigos de su existencia. 
Volviendo a lo más alto del pueblo, justo a la vera del castillo encontramos una pequeña plaza donde, sobre cinco escalones concéntricos se levanta el rollo desde donde hace siglos dictaba justicia el Señor. 


INFORMACIÓN DE UTILIDAD

Es Calatañazor una villa pequeña  villa, por lo que deberás dirigirte a su ayuntamiento si necesitas más datos para preparar tu visita, puedes hacerlo en:

La Plaza, S/N 
42193 Calatañazor (Soria)
Tfno: 975 18 36 41

Los principales elementos de su patrimonio son:


Después de pasar por los encantos que esta pequeña villa medieval ofrece, porás  descansar y disfrutar de su gastronomía en alguno de estos establecimientos 


Cómo llegar


El Tiempo

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