Esta singular construcción del románico aragonés se comenzó a construir a mediados del siglo XII, bajo un ambicioso proyecto constructivo de un gran templo de planta basilical,
tres ábsides semicirculares y tres grandes naves. No se saben los motivos que llevaron a concluir prematuramente las obras, cerrándose precipitadamente el templo al final del primero de los tramos de su nave. La precipitada conclusión de las obras, uno de los enigmas que encierra la ermita de Santiago de Agüero, impidió que el templo alcanzara toda la grandeza y belleza de su proyecto original. Aun inacabado esta ermita constituye uno de los ejemplos más hermosos del románico aragonés, en el que se cuidó la calidad de su fábrica hasta en sus más mínimos detalles, la perfección de los sillares, en los que encontramos multitud de marcas de canteros es muestra de ello. Otro de los enigmas que encierra, es el porqué de construir en este lugar un templo de tan elevada importancia, algunos historiadores han apuntado en la posibilidad de que fuera levantada para el retiro de un gran rey, probablemente Ramiro II, conocido con el sobrenombre del Monje, siendo la muerte de este el motivo de concluir tan precipitadamente el templo, otra hipótesis apunta a que fuera un monumento conmemorativo del rey Pedro erigido por la reina viuda Berta, todo un puzle histórico cuyas piezas aún no se han podido encajar.
tres ábsides semicirculares y tres grandes naves. No se saben los motivos que llevaron a concluir prematuramente las obras, cerrándose precipitadamente el templo al final del primero de los tramos de su nave. La precipitada conclusión de las obras, uno de los enigmas que encierra la ermita de Santiago de Agüero, impidió que el templo alcanzara toda la grandeza y belleza de su proyecto original. Aun inacabado esta ermita constituye uno de los ejemplos más hermosos del románico aragonés, en el que se cuidó la calidad de su fábrica hasta en sus más mínimos detalles, la perfección de los sillares, en los que encontramos multitud de marcas de canteros es muestra de ello. Otro de los enigmas que encierra, es el porqué de construir en este lugar un templo de tan elevada importancia, algunos historiadores han apuntado en la posibilidad de que fuera levantada para el retiro de un gran rey, probablemente Ramiro II, conocido con el sobrenombre del Monje, siendo la muerte de este el motivo de concluir tan precipitadamente el templo, otra hipótesis apunta a que fuera un monumento conmemorativo del rey Pedro erigido por la reina viuda Berta, todo un puzle histórico cuyas piezas aún no se han podido encajar.
Para muchos de vosotros el nombre de Agüero no os será desconocido, pues sin duda habréis oído hablar del “maestro de Agüero”, conocido por su capacidad para adaptar las figuras haciendolas encajar a la perfección dentro de los capiteles y cuya impronta ha quedado patente en construcciones tan importantes como San Juan de la Peña o San Pedro el Viejo.
Son muchas las muestras escultóricas que podemos disfrutar en esta ermita, desde los pequeños canecillos de sus aleros, pasando por los capiteles de los arquillos ciegos con los que se decora el interior del ábside central, para concluir en la belleza del tímpano de su portada y de los capiteles que soportan el peso de sus arquivoltas. Capiteles que además de susurrar historias, en esta ocasión cantan y bailan como podemos comprobar en uno de los más conocidos capiteles del maestro de Agüero.
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22002 HuescaTfno: 974 23 30 30
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