Los Viajes de Bevi, la Bellota Viajera: Garganta la Olla, Cáceres

domingo, 8 de octubre de 2017

Garganta la Olla, Cáceres

Pasear por Garganta la Olla, supone volver al siglo XVI para encontrarse con sus típicas casas de balcones, entramados de madera y dinteles de piedra. Mientras recorremos sus estrechas calles empedradas iremos recordando su historia.

Los restos encontrados demuestran que esta zona estuvo poblada por vetones y visigodos, aunque se da por cierto que la fundación de la población actual es de origen altomedieval, en la época del reinado de Alfonso VI. Fue ocupado por almorávides hasta que a finales del siglo XII, Alfonso VIII lo devolvió al reino de Castilla. Garganta la olla formó parte del llamado Sexmo de Plasencia y más tarde fue cedida a los Infantes de la Cerda hasta llegar a manos de Don Diego López Pacheco el famoso Marqués de Villena, que perdió el señorío por dar su apoyo a la derrotada Juana la Beltraneja.

Lejos de estos enfrentamientos cortesanos, la vida discurre despacio y tranquila por las calles Garganta la Olla declarada conjunto de interés histórico-artístico, en la que encontramos un rico patrimonio artístico, entre el que destaca su coqueta Iglesia de San Lorenzo construida en el siglo XVI que enseña orgullosa su magnífica torre y la ermita del Santísimo Cristo del Humilladero. En nuestro recorrido vamos encontrando entre sus típicas casas de madera y adobe, otras construcciones más notables y singulares, la casa de postas, la de Felix Mesón, la de Carvajal y una que sobresale entre todas, no porque su arquitectura sea especial, sino por su intenso color azul. Es la Casa de las Muñecas, que en tiempos del emperador Carlos V, que residía en el cercano monasterio de Yuste, albergaba un prostíbulo, razón por la que fue pintada de este llamativo color y así poderla diferenciar fácilmente de las demás viviendas, otro elemento la distingue entre las demás, una muñeca ataviada con el traje típico tallada en la piedra del dintel de su fachada. Las calles de la villa nos conducen inevitablemente hasta la plaza mayor, y como en todas las de la comarca su centro está ocupado por un gran pilón que en tiempos servía de abrevadero de bestias y ganado. Antes de marcharnos, aprovechando la belleza del entorno, pasearemos por las afueras donde enseguida encontramos un bonito puente romano, pero no os alejéis mucho no sea que encontréis a la famosa Serrana de la Vera que según cuenta la leyenda, es una hermosa mujer a la que un desengaño amoroso la llevó a marcharse al monte. Cuando encuentra a un hombre paseando por aquí lo seduce, y llevándoselo a su cueva acaba asesinándolo para saciar su sed de venganza.