Palacio de la Condesa de Lebrija, Sevilla

La magnífica casa señorial sevillana que constituye el Palacio de la Condesa de Lebrija, la encontramos en pleno centro de la ciudad, en la calle Cuna que discurre paralela a la calle más conocida de Sevilla,
la calle Sierpes. Una fachada, similar a la de otros palacios sevillanos de la misma época, nos da acceso a una casa palaciega que esconde en su interior una grata sorpresa. Pero antes de desvelarla, os contaré un poco de la historia de este palacio, que sin duda ayudará a entender mejor lo que encontraremos en su interior. 

Las primeras obras de este palacio se han datado en el siglo XVI, aunque posteriormente fue ampliado con el transcurso de los siglos, cuando el edificio fue pasando de la mano de unas familias nobles a otras. Inicialmente perteneció a la familia Paiba, más tarde a los Condes de Miraflores, pero con la llegada del siglo XX, este edificio comienza una nueva vida. En el año 1901 es adquirido por Doña Regla Manjón Mergelina, Condesa de Lebrija, que durante trece años se ocupa de su restauración, para convertirlo en el maravillosos edificio que hoy contemplamos, y que desde entonces es conocido como palacio de la Condesa de Lebrija. Doña Regla Manjón, fue una notable dama de la época que destacó por su extensa cultura y su pasión por la arqueología, que la llevó a convertirse en la primera mujer Académica de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría, a ser elegida académica por la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid, y a formar parte de la Comisión de Monumentos Históricos y Artísticos de la provincia de Sevilla. Y claro, esta pasión por el arte quedó reflejada en su casa, en el Palacio de la Condesa de Lebrija, convirtiéndolo en un auténtico museo, pues está engalanado con verdaderos tesoros artísticos, zócalos de bellísimos azulejos sevillanos, artesonados de madera, piezas arqueológicas de diferentes épocas y culturas, pero sobre todo por una importantísima colección de mosaicos romanos. En el pavimento del hermoso patio central de este palacio, procedente de las ruinas de Itálica encontramos el enorme y excepcional mosaico del Dios Pan, de una exquisita belleza que demuestra como los artistas romanos, dominaban esta técnica hasta el punto de que eran capaces de formar imágenes con las pequeñas teselas, como si hubieran utilizado pinceles. No es este, el único de estos maravillosos mosaicos que encontramos en el pavimento, también las galerías que rodean este patio nos obsequian con estas bellezas bajo nuestros pies que hacen que nos desplacemos como si lo hiciéramos sobre un lienzo, mientras disfrutamos del brillo de los azulejos sevillanos de sus zócalos y de la belleza de la escalera que nos conduce a la planta alta del palacio. Era esta planta alta la vivienda habitual de la Condesa durante los meses de invierno, aunque ya no es la residencia familiar aún podemos disfrutar de la belleza con la que se rodeó la Condesa de Lebrija, paseando por el comedor, por el Salon del Cantón, por el de los Retratos, admirando la grandeza de su biblioteca con más de cuatro mil volúmenes. Oh¡ qué maravilloso sería poder disfrutar de la lectura en esta biblioteca, dejando pasar el tiempo sumergida en las historias de sus libros, o buscando en ellos nuevos rincones donde viajar.

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INFORMACIÓN DE UTILIDAD

En el Palacio Museo de la Condesa de Lebrija podemos realizar dos tipos de visita.

Visita de la Planta Baja: El visitante realiza el recorrido por los diferentes salones de forma libre.

Visita de ambas plantas: Incluye la visita guiada a la planta alta de la Casa Palacio.

Precios

Visita de la planta baja: 5,00 €

Visita Ambas plantas: 8,00 €

Para más información contacta con

Palacio de Lebrija

C/Cuna, 8

41004 Sevilla

Tfno 954 22 78 02

Fax 954 50 10 29

Email: reservas@palaciodelebrija.com

Horarios

Lunes a Viernes: de 10:30 h a 19:30 h.

Sábados: de 10 a 14 h y de 16 a 18 h.

Domingos: de 10 a 14 h

ENLACES DE INTERÉS

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