Los Viajes de Bevi, la Bellota Viajera: Pedraza, Segovia

Sus escasos quinientos habitantes han conseguido mantener todo su encanto, a través de una cuidada rehabilitación de su entorno amurallado y de sus viejos edificios.
Labor que ha sido reconocida con el premio Europa Nostra. Antes de pasear por sus calles, sería conveniente conocer algo más de la historia de esta villa. Los restos encontrados hacen suponer que cuatrocientos años a. C. ya estuvo ocupada por un asentamiento Celtibérico. Si tenemos certeza de que estuvo ocupada por los romanos, incluso hay quien asegura que el emperador Trajano nació en Pedraza. También tuvo su pasado musulmán siendo en el siglo XI cuando se produce la reconquista cristiana, apareciendo las llamadas Comunidades de Tierra, que aún hoy están activas como institución que administra su patrimonio comunal. Desde mediados del siglo XIV Pedraza pasa a ser un señorío, que en el siglo siguiente llega a manos de la poderosa familia Velasco, condestables de Castilla, que establecen aquí su residencia. Los dos siglos siguientes, el XVI y XVII fueron los de mayor esplendor de la villa, que con la llegada de los Velasco, se convierte en lugar de paso de grandes personalidades, a lo que se une que aquí se establecieron los más ricos ganaderos, que con la lana de sus rebaños de ovejas merinas, elaboraban tejidos que se hicieron famosos en toda la Europa Medieval por su extraordinaria calidad. Fue en esta época cuando se reconstruye su castillo y sus calles se llenan de palacetes y casas nobles que aún hoy podemos contemplar.

Para comenzar nuestra visita tendremos que pasar a través de la Puerta de la Villa, que es el único acceso a Pedraza. Durante siglos permanecía cerrada durante la noche y solo se abría en caso de emergencia. Esta puerta queda integrada en una torre desde donde se vigilaba la entrada y en la que estaba situada la cárcel de la villa. Una vez franqueada la entrada, es como si hubiéramos retrocedido quinientos años en el tiempo. Sus calles, estrechas y empedradas, con sus típicas casas de mampostería al más puro estilo castellano, nos conducen hasta su impresionante castillo. El castillo de Pedraza, aunque de origen anterior, fue reconstruido por los condestables de castilla, quienes le añadieron un gran muro defensivo adherido a su torre del homenaje y un muro exterior dotado de cañoneras protegido por un gran foso, que solo se podía franquear a través de un puente levadizo, hoy desaparecido. Finalizaremos nuestra visita a la villa de Pedraza en su plaza mayor, que para muchos es de las más bonitas de España y de las más fotogénicas, pues en ella se han rodado, multitud de películas, series de televisión y spot publicitarios que la han hecho muy conocida. Esta bella plaza, de planta irregular, fue creada para que las familias nobles asentadas en la villa, pudieran disfrutar desde sus balcones, de los espectáculos taurinos que aquí se celebran desde 1550 y que aún en nuestros días podemos ver entre el 6 y el 11 de Septiembre. En ella encontramos un bello conjunto de palacios y casonas de fachadas blasonadas con los elegantes escudos de armas de las familias a las que pertenecieron. Presidiendo la plaza se levanta la Iglesia de San Juan Bautista, que en la actualidad es el único templo abierto al culto de la villa. Los dos primeros sábados de julio, la plaza Mayor de Pedraza luce un aspecto mágico y evocador, cuando iluminada exclusivamente por velas suenan las notas de los mejores músicos del momento, en los conocidos “Conciertos de las Velas”. Como no estamos en Julio, nos conformaremos con degustar uno de sus deliciosos corderos asados, mientras vemos anochecer en Pedraza.