domingo, 10 de julio de 2016

Castillo de Almansa (Albacete)




Almansa es una de las poblaciones más importantes de Albacete, con un conjunto monumental realmente impresionante del que, su castillo, el palacio de los Condes de Cirat y la Iglesia de la Asunción son sus elementos más destacados sin olvidar su cuidado casco antiguo de origen árabe. Por todo ello fue declarada esta ciudad Patrimonio Histórico Artístico.


De todos los edificios de Almansa, sin lugar a dudas su castillo destaca de manera especial. Encaramado en lo más alto de un peñascal, tan escarpado que se le llama cerro del Águila, se divisa desde todos los lugares de las proximidades, y desde su altura podemos disfrutar de una fabulosa vista de la meseta albaceteña.


El Castillo de Almansa es uno de los mejor conservados de la provincia de Albacete, el más representativo de la mancha y uno de los más hermosos de España. Su construcción original es almohade del siglo XII. Jaime I de Aragón lo conquistó y se lo cedió a la Orden del Temple aunque poco después pasaría a formar parte del Reino de Castilla tras la firma, por el Rey Aragonés y el Castellano, del Tratado de Almizrra. En el siglo XIV pasó a manos del Infante Don Juan Manuel, autor de los cuentos del Conde Lucanor, quién levantó aquí su fortaleza sobre la fortificación almohade anterior. En el siglo siguiente, el XV, este castillo volvió a cambiar de manos, y fue Juan Pacheco, marqués de Villena, quien se hizo con su propiedad y el que le dio, en líneas generales, el aspecto con el que hoy lo podemos contemplar. 


A partir del siglo XVI, terminó para el Castillo de Almansa su época de esplendor y grandeza, y entró en un largo periodo de abandono y deterioro que casi consigue acabar con él. Hasta tal punto llegó a ser su estado de ruina que, en 1919, el alcalde de Almansa solicitó permiso para su demolición, afortunadamente no concedieron este permiso, sino que lo declararon Monumento Histórico-Artístico Nacional. Esta declaración hizo que a partir de 1952 entrara en un largo proceso de restauración y estudió que continua en la actualidad. 


Está formado este castillo por dos recintos escalonados que se adaptan a los desniveles del terreno, defendidos por torres semicirculares y muros almenados. El recinto inferior disponía de dos puertas. De ellas actualmente se utiliza la del lado Oeste, que nos da acceso al patio de armas a través de una imponente barbacana. En el centro del recinto superior, al que se accede a través de una empinada escalera, se alza majestuosa e imponente la torre del Homenaje. De planta cuadrada sólo conserva el piso inferior, de los dos que originalmente tenía. Dentro de la torre del homenaje podemos admirar una bóveda gótica de crucería, en cuya clave aparecen las armas de Juan Pacheco dando fe de quien fue su promotor. Aún nos depara sorpresas este impresionante castillo, una es la escalera de caracol tallada en roca, una maravilla gótica, que nos conduce hasta una terraza almenada, desde la cual, como última sorpresa, contemplamos una maravillosa vista de la ciudad de Almansa y de toda la meseta Albaceteña que la rodea.


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