Calaceite, situado muy cerca de la frontera entre Aragón y Cataluña, es una preciosa villa medieval en la comarca del Matarraña.
Su conjunto urbano repleto del encanto y la belleza que le aporta el dorado de la piedra con la que se construyeron sus casas señoriales, capillas, ermitas, plazas y portales justifican con creces su declaración de interés histórico artístico. Recorriendo sus calles descubriremos rincones que atesoran historia y arte a partes iguales, que han hecho de esta Villa uno de los conjuntos urbanos mejor conservados de Aragón.
Su conjunto urbano repleto del encanto y la belleza que le aporta el dorado de la piedra con la que se construyeron sus casas señoriales, capillas, ermitas, plazas y portales justifican con creces su declaración de interés histórico artístico. Recorriendo sus calles descubriremos rincones que atesoran historia y arte a partes iguales, que han hecho de esta Villa uno de los conjuntos urbanos mejor conservados de Aragón.
Tenemos constancia de la presencia humana por esta zona en épocas muy antiguas, concretamente en la edad del bronce, que nos dejaron las pinturas rupestres que podemos ver en la cercana Roca de los Moros. Posteriormente estas tierras fueron ocupadas por iberos y musulmanes hasta que los cristianos se apropiaron definitivamente de ellas en torno a 1168. Pronto se instauró un señorío que Pedro II el Católico otorgó al obispo de Tortosa y posteriormente a la orden de Calatrava, que dominó Calaceite hasta 1428. Varias veces ha sido saqueada, incendiada y destruida esta población, la primera de ellas durante las guerras de Felipe IV contra Cataluña, después a causa de las guerras carlistas y por último en la Guerra Civil de 1936. De todas ellas, aunque con dificultad, se ha recuperado y en la actualidad aprovechando su rico patrimonio, el turismo se ha convertido en una de sus mejores bazas.
Para conocer esta población lo mejor es pasear por sus principales calles entre las que destaca la calle Maella con sus balcones de forja, y la calle Mayor salpicada de hermosas casas nobles. La plaza de España es el centro neurálgico, donde se reunía la asamblea vecinal, se realizaban juicios, se celebraban espectáculos taurinos y se establecía el mercado bajo sus espléndidos porches. Sin olvidar la ermita de San Roque y la capilla de San Antonio, los edificios más notables de esta población son el Ayuntamiento y la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción. El Ayuntamiento es un estupendo edificio renacentista del siglo XVII que alberga las dependencias municipales, la antigua cárcel y conserva un importante fondo de pergaminos, algunos de los cuales del siglo XIII. La Iglesia de la Asunción se construyó a finales del siglo XVII sobre los restos de la antigua iglesia gótica del Pla. Este templo constituye una de las obras barrocas más importantes de la comarca, en la que destaca su torre campanario que, a pesar de estar inacabada, es de una factura realmente bella y su magnífica fachada barroca flanqueada por unas enormes columnas salomónicas. Pero si de algo puede presumir Calaceite es de sus cuidadas calles dotadas de una incomparable belleza anclada en el tiempo, que invitan a recorrerlas despacio disfrutando de todo su encanto.
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