Una de las atracciones turísticas más conocidas de la isla de Mallorca, son precisamente las cuevas del Drach, siendo muy pocos los que se marchan de ella sin antes haberles hecho una visita.
Este fantástico parque natural está situado a tan sólo diecisiete kilómetros de Santander, en pleno Valle del Pisueña, en el lugar que ocupara siglos pasados una antigua mina de extracción de hierro.
En Segura de la Sierra, no solo encontraremos una inigualable belleza natural, repleta de inolvidables paisajes de una gran riqueza biológica, también atesora un importante patrimonio acumulado a lo largo de sus miles de años de historia.
Tanto se remonta en el tiempo la historia de este lugar que sus orígenes están muy difusos, no estando del todo claro donde termina la leyenda y comienza la verdadera historia.
Pocos podrían adivinar que a tan sólo unos pocos Kilómetros de Orense, en medio de un impenetrable bosque, podríamos encontrar excavada en la dura piedra granítica, una ermita rupestre con casi 1500 años de antigüedad,
Se sitúa Cazorla al pie de la Peña de los Halcones, en medio de un inmenso mar de olivos, su imagen aparece dominada por la figura del Castillo de la Yedra, que situado en el lugar más alto de la villa nos ofrece unas panorámicas espectaculares.
Partiendo desde el castillo de Loarre una vía de senderismo, no demasiado complicada, nos lleva hasta la ermita de la Virgen de la Peña, en la vecina población de Aníes.
El paisaje que podemos contemplar en el torcal, está formado sobre la base de la piedra que durante millones de años formaron los sedimentos calizos del fondo marino.
Las paredes verticales excavadas durante miles de años por el cauce del río Duratón, fueron durante el siglo VII el lugar de retiro para San Frutos, patrón de Segovia, y para sus hermanos mártires, Valentín y Engracia que vivieron aquí como eremitas.
Taramundi, es un pequeño municipio asturiano que encontré una tarde mientras recorría las quebradas montañas de las sierras de Ouroso, Sendiña y Teixedais.
El Monasterio de Nuestra Señora de Piedra, situado en un pequeño pueblo Zaragozano, Nuévalos, junto con los jardines y las numerosísimas cascadas generadas por el río Piedra, han convertido este lugar en un verdadero paraíso.
En pleno Parque Natural de la Serranía de Cuenca, rodeada de inmensos pinares encontramos la Ciudad Encantada de Cuenca, uno de los más extraordinarios paisajes que podemos encontrar en nuestro país.